Siguiendo el artículo “A consulta directa, el juicio a ex presidentes”, de Eduardo Murillo, aparecido en La Jornada en línea, este viernes 2 de octubre de 2020, a las 07:13 horas, mientras el Presidente sigue hablando en su conferencia informativa, puedo apreciar que la Suprema Corta de Justicia ha decidido burlarse del pueblo mexicano cambiando la pregunta enviada por López Obrador.
La pregunta en cuestión,
formulada por la Corte Trespatines, tiene todos los vicios que los profesores
escuchamos de los estudiantes cuando formulamos una pregunta confusa, capciosa,
larga y que no permite una respuesta clara o precisa.
La consulta no será vinculatoria –no será obligatoria-- para
la Fiscalía General de la República (FGR) ni para los jueces en un posible
juicio contra esos ex mandones, con lo cual la corte trespatines viola el Artículo
35, fracción VIII, 2°, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
que a la letra dice que: “Cuando la participación total corresponda, al menos,
al cuarenta por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de
electores, el resultado será vinculatorio para los poderes Ejecutivo y
Legislativo federales y para las autoridades competentes”.
Las razones del ministro ponente, Luis María Aguilar Morales,
para negar la consulta, siempre siguiendo el artículo periodístico de Eduardo
Murillo, son las siguientes: 1.- lesiona los derechos humanos de los ex
mandatarios, 2.- condiciona la obligación de procesar a cualquier persona
responsable de un hecho delictivo, sea o no un ex presidente; 3.- viola el
principio de presunción de inocencia, 4.- implica poner a votación los
derechos, y 5.- contradice el principio de igualdad. Por risibles no me
merecen ni siquiera un comentario.
Pero es precisamente esa lógica la que está detrás de la
pregunta que será sometida al pueblo mexicano por el socio de la Corte
Trespatines: el Instituto de la Negligencia Electoral (INE). Ellos, los
ministros de la mencionada corte, tan cuidadosos de la lógica jurídica, se
permiten formular este galimatías:
“¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones
pertinentes, con apego al marco constitucional, y legal para emprender un
proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años
pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los
derechos de las probables víctimas?” (Tomada de El Universal).
Si la gente vota sí daría la razón al ministro Luis María
Aguilar Morales, quien argumentó que la consulta violaba los derechos humanos
de los ex presidentes; si la gente vota no significa que no está de acuerdo en
que se lleven acciones contra esos sujetos. Lo importante es que manoseada o no
habrá consulta, si gana el sí nada impedirá que la Fiscalía General de la
República llame a cuentas a esos personajes y será cuestión de sus abogados argumentar que les violan sus derechos humanos. Todo un espectáculo.