DIEZ POSTULADOS BÁSICOS PARA TRANSFORMAR EL PAÍS
Amigas y amigos:
Pensando en la
transformación del país y con miras al 2012, debemos elaborar a la luz de los
recientes acontecimientos nacionales e internacionales, el nuevo Proyecto
Alternativo de Nación. Esta tarea será coordinada por la Comisión que se creó
con ese propósito, integrada por Ignacio Marván, Luciano Concheiro, Rogelio
Ramírez de la O, Héctor Díaz Polanco, José María Pérez Gay, Víctor Manuel
Toledo y Bolívar Echeverría. La idea es que después de una amplia consulta de
análisis y reflexión, se tenga un documento definitivo a más tardar en junio
del 2010.
Aunque estoy
conciente de que son muchos los temas que se tendrán que abordar, considero que
hay diez postulados básicos:
1. Rescatar al
Estado y ponerlo al servicio del pueblo y de la nación. Reitero mi convicción
esencial: El Estado se encuentra secuestrado por una minoría y ésta es la causa
principal del desastre nacional. En nuestro país existe una República aparente,
simulada, falsa. Hay poderes constitucionales pero, en los hechos, un grupo ha
confiscado todos los poderes. Por eso, lo primero debe ser recuperar
democráticamente al Estado y una vez logrado este propósito, reintegrar las
riquezas y los bienes públicos que han sido entregados o concesionados
ilegalmente, a través de reglamentos o leyes secundarias que en ningún caso
pueden estar por encima del principio constitucional que señala el dominio
directo de la nación sobre los recursos naturales del país. Este procedimiento
debe aplicarse fundamentalmente en los casos de la minería, la industria
eléctrica y el petróleo.
2. Democratizar
los medios masivos de comunicación. Es inaceptable que un pequeño grupo posea
el control de la televisión y de la radio, y administren la ignorancia en el
país en función de sus intereses. Que quede claro: no hablamos de expropiación,
sino de que el Estado cumpla el mandato constitucional de garantizar el derecho
a la información. Para ello no hace falta eliminar el régimen de concesiones,
ni crear una excesiva reglamentación y muchos menos optar por la censura, lo
más eficaz es lograr la democratización de los medios, evitando el monopolio y
auspiciando la libre competencia. Para ser más claros: Que hayan todos los
canales de televisión o estaciones de radio que sean técnicamente posibles, con
absoluta libertad, sólo impidiendo que se concentren en unas cuantas manos como
sucede actualmente.
3. Crear una
nueva economía. Hay que cambiar la actual política económica que ni en términos
cuantitativos ha dado resultados. México es uno de los países del mundo con
menos crecimiento en los últimos años. La nueva política económica debe ser
conducida por el Estado. Debe impedirse la injerencia de gobiernos extranjeros
y de organismos financieros internacionales. El Estado debe recuperar su facultad
para planear el desarrollo de acuerdo con el interés nacional. Hay que hacer a
un lado la especulación financiera y enfocar todos nuestros esfuerzos a la
economía real, a trabajar y producir los bienes que necesitamos. Sin producción
no hay empleos, industrias, consumo, mercado, bienestar colectivo, ni economía
poderosa, ni nación soberana.
4. Combatir las
prácticas monopólicas. El artículo 28 de la Constitución prohíbe los monopolios
y el Estado debe garantizar que esta norma se cumpla porque hoy es letra
muerta. En México hay grandes monopolios vinculados al poder que encarecen
bienes y servicios, dañando la economía de sectores populares y de las clases
medias, a pequeños y medianos productores, empresarios y comerciantes, que se
ven obligados a comprar insumos a precios exagerados.
Es inaceptable,
por ejemplo, que los mexicanos paguemos por el cemento gris 146 por ciento más
que los estadunidenses; 17 por ciento más por teléfono de línea fija; 240 por
ciento más por llamadas de larga distancia nacional; 256 por ciento más por
electricidad residencial de alto consumo; 52 por ciento más por electricidad de
alta tensión; 185 por ciento más por la tarjeta de crédito; 309 por ciento más
por televisión por cable; 145 por ciento más por Internet de banda ancha; 176
por ciento más por crédito a la vivienda. Y todo ello, a pesar de que el
salario mínimo en México es nueve veces menor que en estados Unidos.
En este país
pobre se paga más que en las naciones ricas y con peores condiciones de
servicio. No podemos permitir que esto siga ocurriendo.
Insistimos en
que mientras no evitemos los precios exagerados por empresas que operan en
nichos protegidos, México no podrá competir con otros países ni habrá nuevos
empleos y, a la larga, tampoco habrá oportunidades para las nuevas
generaciones.
Aquí recuerdo
que en noviembre del año pasado propusimos al Senado la aprobación de una ley
de precios competitivos con la cuál los consumidores lograrían ahorros entre el
10 y el 18 por ciento de sus ingresos. Sin embargo, este proyecto está detenido
porque los legisladores del PRI y del PAN no son realmente representantes
populares sino que están al servicio de los potentados.
5. Abolir los
privilegios fiscales. En los últimos días, se confirmó lo que hemos venido
sosteniendo: desde la época de Luis Echeverría se celebró un pacto secreto
entre el poder político y el poder económico que se ha ampliado y ratificado
sexenio tras sexenio. El acuerdo consiste en conceder a los grandes empresarios
y banqueros, el privilegio de no pagar o de devolverles los impuestos.
Inclusive, hace unos días Calderón tuvo que reconocerlo cuando dijo que “las
empresas que más ganan, rara vez, muy rara vez, pagan impuestos”.
Pero no basta
con la denuncia. Es necesario aprobar una reforma fiscal progresiva. Es decir,
que paguen más los que tienen más.
En México, a la
inmensa desigualdad social y económica, tenemos que sumarle la injusticia fiscal,
ya que la mayor parte de las contribuciones recaen en los trabajadores
asalariados, los profesionistas, los pequeños y medianos empresarios y
comerciantes.
Debe buscarse
que, al menos, las grandes corporaciones que operan en México y los más ricos del
país, paguen impuestos en la misma proporción que lo hacen sus similares en
países desarrollados o de las llamadas economías emergentes.
6. Ejercer la
política como imperativo ético y llevar a la práctica la austeridad
republicana. Es necesario cambiar la forma de hacer política. Este noble oficio
se ha pervertido por completo. Hoy la política es sinónimo de engaño, arreglos
cupulares y corrupción. Por eso es urgente darle un nuevo sentido al quehacer
político, imprimiéndole convicciones y principios. Quienes se dediquen a esta
actividad deben entender que el poder sólo tiene sentido y se convierte en
virtud, cuando se pone al servicio de los demás.
También hay que
hacer valer el principio de austeridad republicana; retomar el ejemplo de
Juárez y los liberales: el apego al criterio de la justa medianía en que deben
vivir los servidores públicos. Nada de sueldos onerosos y ofensivos, ni
flotillas de aviones y helicópteros al servicio de la llamada clase gobernante.
Debe revisarse todo el funcionamiento del gobierno para eliminar los gastos
improductivos, el derroche y los privilegios. Actualmente, le cuesta mucho al
pueblo mantener al gobierno.
7. Fortalecer al
sector energético. Es urgente detener la terrible crisis que se avecina por la
caída en la producción petrolera y la salida de divisas para comprar gasolinas
y otros derivados en el extranjero.
El manejo de
Pemex, como hemos venido insistiendo, se ha caracterizado por el vandalismo y
la irracionalidad. Hay que limpiar a Pemex de corrupción. No es posible que se
sigan otorgando contratos millonarios sólo en beneficio de empresas extranjeras
y de políticos corruptos. Tal es el caso de proyectos como los de la Cuenca de
Burgos o de Chicontepec, donde no se ha logrado producir más gas ni más petróleo,
pero sí se ha causado un gran daño al patrimonio nacional.
Por otro lado,
se continúa con la sobreexplotación de los yacimientos para exportar petróleo
crudo, sin reponer reservas.
Por esta causa,
de 2004 a la fecha, se han dejado de producir 774 mil barriles diarios. Es
decir, ahora producimos 2 millones 600 mil barriles al día y de seguir esta
tendencia, en cuatro años apenas se estarán extrayendo 2 millones de barriles,
que sólo alcanzarían para cubrir la demanda interna; con el agravante de que por
la falta de refinerías y por el abandono a las plantas petroquímicas,
seguiríamos vendiendo crudo y dependiendo por completo de la importación de
gasolinas y otros petrolíferos.
Por eso, debemos
insistir en modificar radicalmente la actual política petrolera. Es urgente
recuperar la administración de Pemex, invertir en exploración e iniciar de
inmediato la construcción de tres grandes refinerías para dejar de importar el
40 por ciento de las gasolinas que consumimos. El objetivo principal debe ser
industrializar la materia prima y ya no vender ni un solo barril de petróleo
crudo al extranjero, para generar empleos y utilidades en beneficio de los
mexicanos.
8. Alcanzar la
soberanía alimentaria. Desde 1983 se dejó sin apoyo al sector agropecuario y se
optó absurdamente por comprar los alimentos que consumimos en el exterior.
Ahora, en consecuencia, hay tierras ociosas, potreros abandonados, se ha
despoblado el medio rural y millones de mexicanos han tenido que emigrar.
Este año para la
compra de alimentos en el extranjero, se destinarán 16 mil millones de dólares.
La mayor parte es maíz, frijol, arroz, leche, carne de res, de cerdo y desechos
de pollo, que podríamos producir en el país.
Asimismo, debe
fortalecerse la agricultura de autoconsumo de la que dependen millones de
indígenas y campesinos pobres. Además, es donde se conservan semillas orgánicas
y variedades de maíz que forman parte de la gran riqueza genética de México. No
al maíz transgénico.
9. Establecer el
Estado de bienestar. Hay que proteger a los pobres, a los débiles y olvidados
ante la desigualdad social, la incertidumbre económica y otras calamidades.
Debe garantizarse el derecho a la educación, al trabajo, a la salud, a la
alimentación y a la vivienda.
Es necesario
seguir insistiendo hasta lograr la pensión universal para los adultos mayores
del país; el otorgamiento de becas a todos los discapacitados pobres; y la
atención médica y los medicamentos gratuitos para la mitad de los mexicanos que
no cuentan con seguridad social.
La solidaridad
con los desposeídos no sólo es un asunto de justicia, es la manera más eficaz,
más humana y más barata para garantizar la tranquilidad y la seguridad pública.
Por eso reiteramos que por el bien de todos, primero los pobres.
10. Promover una
nueva corriente de pensamiento. La transformación que necesita el país no sólo
debe tener como propósito alcanzar el crecimiento económico, la democracia, el
desarrollo y el bienestar. Implica también y sobre todo, cristalizar una nueva
corriente de pensamiento sustentada en la cultura de nuestro pueblo, en su
vocación de trabajo y en su inmensa bondad; añadiendo valores como el de la
tolerancia, la solidaridad, el respeto a la diversidad y la protección del
medio ambiente. Hay que alentar un pensamiento que ayude a impedir el
predominio del dinero, del engaño, de la corrupción y del afán de lucro, sobre
la dignidad, la verdad, la moral y el amor al prójimo.
(Fragmento del
discurso de Andrés Manuel López Obrador el 22 de noviembre en el zócalo de la
ciudad de México).
"¿Sabías que el Ejecutivo creó en dos años 54 mil puestos de alto nivel?"
*Lanza gobierno legítimo campaña de
información sobre gastos superfluos
Alma Muñoz
El "gobierno legítimo" de México dio a conocer en su
página de Internet una lista de gastos superfluos del Ejecutivo federal, cuya
reducción o desaparición, aseguró, evitaría que se aumenten impuestos o los
precios de la gasolina, el diesel y la electricidad.
En un boletín electrónico emitido a propósito de su campaña
nacional de información, criticó que en dos años Felipe Calderón creó 54 mil
puestos de alto nivel –de director de área hasta subsecretario–, lo cual
representa un gasto de 125 mil millones de pesos, "más de lo que se
destina a la salud pública de todos los mexicanos, casi el doble del
presupuesto de las universidades públicas".
También, que la mitad del presupuesto del gobierno en los sueldos
y prestaciones de altos funcionarios sea "algo así como un billón y medio
de pesos, cinco veces más que el faltante en las finanzas públicas para
2010".
A los integrantes del Movimiento Nacional del Defensa del
Petróleo, la Economía Popular y la Soberanía les ofrece datos para que los
transmitan como parte de esa campaña, con la cual pretende romper el cerco informativo.
Por ejemplo, "¿Sabías que (Felipe) Calderón pretende aumentar 9 por ciento
el número de funcionarios públicos de alto nivel, con un costo de 202 millones
de pesos, y busca reducir 221 millones a la vigilancia epidemiológica y al
control de enfermedades justo ahora que vivimos la crisis de la
influenza?"
También: "¿sabías que si se redujera el número de
funcionarios públicos de alto nivel al que había en 2006 se podría pagar el
presupuesto del IPN, la UAM, la UNAM, el Hospital General, el DIF, Diconsa,
Liconsa y Conaculta, y sobrarían 70 mil millones de pesos, el equivalente a lo
que se pretende recaudar con el impuesto de 2 por ciento al consumo?"
De igual manera, que Calderón quiere gastar "60 millones de
dólares en el espectáculo del Grito del 15 de septiembre de 2010, tres veces lo
que le quitará de presupuesto a la UNAM".
Les recuerda que empresas como Bimbo, Telmex, Televisa, Wal-Mart,
Coca-Cola o Bachoco no pagan impuestos o se los devuelven. Si pagaran sus
deudas fiscales las grandes empresas (460 mil millones de pesos) "no
habría necesidad de aumentar impuestos ni de subir la gasolina, el diesel o la
electricidad".
Por eso, invitó a la movilización que encabezará Andrés Manuel
López Obrador el próximo 12 de octubre a las 5 de la tarde frente la Cámara de
Diputados.
Tomado de: La Jornada, 6 de octubre de 2009. Política.
Recaudación de impuesto de 2%, equivalente a nómina de altos mandos
Los salarios de los altos mandos de la
administración pública equivale a lo que se pretende obtener por la aplicación
del 2%. ESPECIAL
* Para 2010, el presupuesto requerido es de 84 mil 376 millones 89
mil 62 pesos
El documento ordenado por el partido político señala que lo
presupuestado para el pago de plazas, será de 84 mil 734 millones de pesos
CIUDAD DE MÉXICO.- Los salarios de los altos mandos de la
administración pública federal son equivalentes a lo que se pretende obtener
por la aplicación de 2% al consumo, según un análisis presupuestario de la
bancada del Partido del Trabajo en la Cámara de Diputados.
El documento ordenado por el partido político señala que lo
presupuestado para el pago de plazas desde director de área hasta el del
Presidente en 2010, será de 84 mil 734 millones de pesos.
Con base en el analítico de plazas del proyecto presupuestal 2010,
para el próximo año se pagarán salarios a 38 mil 495 directores de área, 6 mil
860 directores generales adjuntos, mil 200 jefes de unidad, mil subsecretarios,
760 secretarios y un presidente de la República.
El gasto más oneroso es para directores de área, en total 59 mil
878 millones de pesos.
“Conviene señalar que de los 39 mil 401 funcionarios de mando
superior, los directores de área, representan 77% del total y el costo de su
nómina (salarios y prestaciones) ascienden a 59 mil 878 millones de pesos, y a
pesar de lo anterior se observa que este segmento de funcionarios de mando
superior, no pagan el llamado Impuesto sobre Productos del Trabajo en virtud de
que de acuerdo con el proyecto de Presupuesto, su percepción bruta es
prácticamente la misma que su percepción neta establecida”, según el texto.
A pesar de los compromisos de austeridad en el gobierno federal,
el total de presupuesto 2010 destinado a salarios es de 500 millones de pesos.
En 2009, el costo bruto de la nómina del sector central de la administración
pública es de 83 mil 834 millones 518 mil 164 pesos.
Para 2010, el presupuesto requerido es de 84 mil 376 millones 89
mil 62 pesos.
Reducciones
El PT refiere que una reducción de 50% en el presupuesto
equivaldría a poco menos de lo estimado de obtener si se aplica el 2% al
consumo.
“Se estima que el ahorro total ascendería a 95 mil millones de
pesos, si la reducción de salarios y prestaciones se hiciera extensiva al Poder
Judicial, Poder Legislativo, en donde se observa que la percepción bruta anual
del secretario general asciende a 4 millones 429 mil pesos”, señalan.
Numeralía:
84 mil 734 millones de pesos es la propuesta económica para salarios
desde director de área hasta el presidente.
Tomado de Informador.com.mx. 26 de septiembrede 2009. Economia.
Guadalajara, Jalisco.
Publica Diario Oficial sueldo de diputados
Los legisladores perciben al mes 77 mil 888
pesos por concepto de dieta, 45 mil 786 para la asistencia legislativa y 28 mil
772 para sus actividades de gestión y atención ciudadana
Redacción ELUNIVERSAL.com.mx
El Universal
Ciudad de México
Martes 26 de febrero de 2008
09:52 La Cámara de Diputados dio a conocer en el Diario Oficial de
la Federación los sueldos y prestaciones de los diputados, servidores públicos
de mando y homólogos de este órgano legislativo vigentes en 2008.
De acuerdo con el documento, los legisladores perciben al mes 77
mil 888 pesos por concepto de dieta, 45 mil 786 para la asistencia legislativa
y 28 mil 772 para sus actividades de gestión y atención ciudadana, que dan un
total de 152 mil 446 pesos de percepciones y prestaciones a los legisladores.
Según información del Diario Oficial de la Federación (DOF), la
"Asistencia legislativa" es la "asignación que se cubre a los
Diputados en apoyo a su tarea legislativa", y la "Atención
Ciudadana", es la "asignación complementaria por las actividades de
gestión que realizan los Diputados en su carácter de representantes populares".
Estos salarios implican un aumento de 4 mil pesos desde el 10 de
junio de 2007, cuando su salario era de 148 mil 446 pesos. En esa ocasión
subieron su salario 18 mil pesos más, como documentó EL UNIVERSAL.
Los diputados tendrán como bono de fin de año el equivalente a 40
días de dieta, lo que equivale a 103 mil 850 pesos, de acuerdo con su salario,
que a diario es de 2 mil 596 pesos, si se divide su dieta mensual entre 30
días.
Por otro lado, en las prestaciones sobre salud, los legisladores
tienen un seguro de gastos médicos que equivale a mil 500 salarios mínimos
mensuales vigentes en el Distrito Federal. La Secretaría de Administración
Tributaria (SAT) estableció el salario de la zona en 52.59 pesos, por lo que
cada diputado tiene 78 mil 885 pesos para atender sus necesidades en caso de
"accidente o enfermedad que requiera tratamiento médico, cirugía u
hospitalización", señala el documento emitido, titulado "Manual de
percepciones para los servidores públicos de mando y homólogos de la Cámara de
Diputados". El monto se incrementa si el percance sucede en el extranjero.
Además, los legisladores tienen acceso al ISSSTE, FOVISSSTE y el
Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR).
El fondo de ahorro para el retiro de los diputados significa el
12% de la dieta brutal (sic) mensual, aunque no se publicó la cantidad, sólo la
dieta neta mensual.
Por otro lado, para el resto de los trabajadores es establece una
tabulación de salarios, que queda de la siguiente manera:
Puesto Remuneración mensual garantizada
Mínimo
Máximo
Jefe de Departamento $18,668 $31,560
Subdirector $31,801 $51,900
Director de Area $53,109 $83,789
Director General $91,203 $119,220
Contralor $122,038
Secretario $136,832
Secretario General $157,702
iqr/grg
Tomado de EL UNIVERSAL.com.mx
Martes 26 de febrero de 2008.
Un servicio de salud cómplice del virus*
REPORTAJE: Alerta sanitaria
Un servicio de salud cómplice del virus
El brote del H1N1 descubre las carencias de la sanidad de México -
Ir al médico suele ser una pérdida de tiempo y dinero
PABLO ORDAZ - México - 03/05/2009
Hace dos días que la gripe no mata a nadie en México. Ya se sabe
que las muertes confirmadas son 16, pero unas jornadas atrás -cuando el
Gobierno barajaba una cifra de hasta 160 fallecimientos atribuibles al nuevo
virus-, los periodistas preguntaban una y otra vez a cuanto responsable
institucional se les ponía delante: ¿Por qué está muriendo gente en México y en
otros países no? La respuesta siempre era la misma: "Porque los enfermos
llegan tarde al hospital, cuando ya no se puede hacer nada por ellos". A los
periodistas -también al que suscribe- se les olvidaba insistir con una pregunta
capital: ¿y por qué llegan tarde?
Vaya por delante una pista. O mejor, dos. El caso de Manuel y el
de Óscar. Manuel tiene 63 años. El martes día 21 de abril se sintió mal, con
los síntomas de una gripe. El miércoles, empeoró. El jueves, ya estaba fatal.
"Mi esposa me llevó con el doctor César Decanini, a su consultorio del
Hospital Inglés. En cuanto me revisó, me dijo: yo creo que es influenza. Voy a
buscar al especialista". Unos minutos más tarde, Manuel era sometido a
pruebas de sangre, radiografías, tomografía, suero, medición de la capacidad
respiratoria... "A las diez de la noche, el prestigiado médico neumólogo
Eulo Lupi me informa que debo ser hospitalizado, que mi capacidad respiratoria
está al 50% y que los pulmones se están deteriorando con rapidez. Por suerte,
el doctor Decanini tenía en su consultorio una caja del antiviral indicado.
Tomé la pastilla".
El segundo caso es el de Óscar. Cinco años y siete meses. El jueves
16 de abril, el niño se puso mal. Su madre lo llevó a la clínica 11 del Seguro
Social. "No lo quisieron recibir", cuenta su tía, "porque no
tenía fiebre. Nos dijeron que era una gripe normal". Por la tarde, Óscar
empezó a vomitar y lo llevaron a otra clínica del Seguro Social. Tampoco lo
atendieron. Al día siguiente, a las seis de la mañana, Óscar empezó a sufrir
convulsiones y, entonces sí, lo ingresaron de urgencia. Cinco horas después el
niño ya estaba muy grave con un cuadro de neumonía. Lo pasaron a un cuarto de
Terapia Intensiva... junto con otros ocho niños.
Casi no es necesario decir que Manuel se salvó. Óscar, en cambio,
murió a los nueve días de sentir los primeros síntomas, tras sufrir un calvario
de hospital en hospital. Manuel es dirigente de un importante partido político,
fue secretario (ministro) de Relaciones Exteriores, diputado federal y hasta
candidato a la presidencia de la República. Óscar, en cambio, era el hijo menor
de una familia sin recursos.
¿Quiere decir esto que en México están sobreviviendo los ricos y
muriendo los pobres? No hay datos para responder con certeza a esa pregunta.
Entre otras cosas, porque el Gobierno tiene guardada la lista de los 16
fallecidos en un cofre con siete cerrojos. Según el secretario de Salud, José
Ángel Córdova, el mutismo sobre la identidad de las víctimas intenta evitar
"la estigmatización" de sus familias. Pero lo que sí es incontestable
es que fuera de México se están detectando muchos casos de influenza y, salvo
en Estados Unidos -donde sí falleció un niño mexicano de 23 meses-, nadie ha
muerto por el momento. Más allá del desenlace, lo que sí demuestran de forma
muy gráfica los casos de Manuel y de Óscar es la forma del mexicano de
enfrentarse a la enfermedad.
Durante los últimos días, inspectores de la Organización Mundial
de la Salud han recorrido los estados de México donde se han producido casos de
esta gripe -mortales o no- intentando descubrir algún común denominador entre
las víctimas. No lo han encontrado de una forma determinante, aunque uno de
ellos ofrece su sensación sobre el terreno. "Está muriendo gente pobre.
¿Por qué? Porque es la gente que está acostumbrada a ponerse enferma, a pasar
gripes más o menos fuertes y no ir al médico. Si los mismos síntomas los tiene
un soldado de una base americana, en 10 minutos está en la enfermería. Es una
cuestión de costumbres sociales. La gente sabe que acercarse al médico cuesta
dinero".
Hay una frase muy común en México entre las clases más humildes:
"Tú te puedes sentir mal, pero no te puedes enfermar". La enfermedad
es una ruina. Nadie va al médico a las primeras de cambio. Y, desde luego,
nadie va al médico por una gripe más o menos fuerte. Ir al médico -salvo para
las clases exclusivas que disponen de seguro médico y hospitales de lujo- supone
casi siempre una pérdida considerable de tiempo y de dinero.
México ha crecido mucho en los últimos años y hasta se trata de tú
a tú con los países más desarrollados del mundo. Pero ese estirón no está
siendo homogéneo. Para desesperación de sus gobernantes y vergüenza de sus
conciudadanos, la imagen que México está ofreciendo estos días al mundo es la
de un gigante al que se le quedaron cortos los pantalones. Estos días de
angustia están dejando al descubierto las pantorrillas del sistema. La guerra al
narcotráfico dejó casi en el olvido que un 40% de sus 100 millones de
habitantes vive en la pobreza absoluta. Y el brote de la gripe está poniendo al
descubierto que el sistema de salud no está a la altura de las circunstancias.
¿Qué hace un mexicano cuando se siente enfermo? Lo que viene a
continuación es la síntesis de un sondeo realizado entre vecinos del Distrito
Federal con distintos niveles de ingresos. Lo primero que hace, coinciden
todos, es aguantar. A ver si se pasa la fiebre, a ver si con un vaso de leche
caliente y una buena cura de sueño... Lo siguiente es acudir a la farmacia.
La cuestión farmacéutica merecería capítulo aparte. Los
medicamentos en México son más caros que en Europa y que en la mayoría de los
países de su entorno, pero tienen una.. ¿ventaja?: se venden sin receta en
cualquier esquina. Hay cadenas de farmacias que están abiertas a todas horas. Y
disponen de todo. Desde ansiolíticos hasta Viagra. Para fomentar el consumo de
sus productos, los dependientes ofrecen de vez en cuando muestras gratuitas a
sus clientes. De la misma forma que en un supermercado se convida al cliente a
una porción de queso manchego. Antes de que se asustaran por los crímenes del
narcotráfico, los norteamericanos cruzaban la frontera en romería para abastecerse
de toda clase de potingues.
La segunda opción -si el medicamento no ha hecho efecto-es mover
"la palanca". La traducción al español peninsular sería "buscar
un enchufe". El mexicano es experto en eso. No por afición, sino por
necesidad. Una vez que se llega al consultorio o al hospital, y hasta cuando
los casos son graves, es fundamental buscar a un amigo que agilice los trámites
para ver al doctor.
Los mexicanos saben -y así lo atestiguan las encuestas- que sus
médicos son buenos, incluso muy buenos, y que los hospitales del servicio
sanitario disponen de instrumental moderno y eficaz, pero no suficiente. De
hecho, el paciente tiene que pagar en muchos casos parte del tratamiento.
"A mí me pasó el otro día", explica el padre de un muchacho que
estuvo ingresado recientemente, "la atención fue muy buena, pero el
hospital no disponía de determinadas medicinas que le hacían falta a mi hijo.
Me dijeron que la única solución era que yo las consiguiera en el exterior. No
se trataba de un caso de corrupción ni de negocio encubierto. Sencillamente, no
disponían de ellas. Así que salí del hospital, fui a la farmacia de enfrente y
las compré". En ocasiones, el paciente tiene que seguir idéntico método
para conseguir las gasas que se van a usar en su operación y hasta la válvula
que le van a implantar.
Un porcentaje considerable de médicos mexicanos trabaja media
jornada en la sanidad privada -hospitales al nivel de los mejores de Estados
Unidos o de Europa- y la otra media en la pública. "El sistema es
perverso", admite uno de los doctores que practica el doblete, "pero
funciona. A veces, a mi consulta del Seguro Social llega una persona con una
dolencia determinada. Yo la atiendo, pero tanto esa persona como yo sabemos
que, cuando salga de mi consulta, la próxima cita ya no se producirá hasta
dentro de semanas o incluso meses. ¿La solución? Que la próxima cita sea en mi
consulta privada. En el caso de que necesite ser intervenido quirúrgicamente,
yo intentaré -si veo que esa persona no tiene los recursos suficientes-
traspasarla de nuevo al sistema público, para que sea operada de forma
gratuita...". El sistema está tan acostumbrado a funcionar con ese juego
de palancas que los dos grandes servicios paralelos de salud -uno para los
trabajadores comunes y otros para los funcionarios públicos- disponen de
personas que facilitan el mecanismo a colectivos determinados como periodistas
o políticos...
Todo iba funcionando gracias a un sistema de equilibrios
fascinante -como tantas otras cosas en México- hasta que llegó la epidemia de
gripe. Todo el mundo se percató de las graves fallas del sistema. Los
laboratorios para analizar el virus no funcionaron y las muestras tuvieron que
enviarse a Estados Unidos y Canadá. El Gobierno dispone de un millón de
tratamientos antivirales, pero eso sólo supone que puede atender a un 1% de la
población... El país que quería salir en la foto de los más grandes se ve
obligado a reconocer que necesita con urgencia que el mundo le facilite
millones de dosis de antivirales, 200 millones de mascarillas, cantidades
ingentes de pañuelos desechables...
Desgraciadamente, en apenas dos semanas ha cambiado radicalmente
la imagen de México en el mundo. De los abrazos con Barack Obama, el presidente
Felipe Calderón ha pasado a estar prácticamente enclaustrado en su residencia
oficial de Los Pinos. De su voluntad dependerá la fecha en que los 33 millones
de estudiantes y los dos millones de profesores regresen a las aulas. Será una
decisión complicada. Tan difícil que dicen que le provoca un gran malestar y arrebatos
de mal genio. ¿Está el sistema de salud preparado para decirle al presidente de
la República la fecha en que los niños mexicanos puedan volver seguros a la
escuela?
* Este artículo me llegó en un correo, quien me lo envió lo tomó
de: ELPAIS.com. Sección: Sociedad, del 3 de mayo de 2009. El autor es Pablo
Ordaz.