Las
siguientes son un conjunto de ideas recogidas en oraciones, frases y juicios,
algunas de ellas tomadas textualmente, sobre las cuales es apropiado
reflexionar, toda vez que se trata de una personalidad contemporánea, dueña de
una gran audiencia mundial. Para más datos sobre su persona es latinoamericano,
cosa que se nota en algunos de sus conceptos y palabras sueltas.
"América
Latina es el modelo para un nuevo desarrollo mundial"
América
Latina debe convertirse en un "nuevo modelo de desarrollo" para el
planeta y cuidar de los más pobres y marginados, que son los esclavos modernos,
explotados por la cultura actual del descarte.
"Hoy
nos sentimos movidos a pedir […] que el futuro de América Latina sea forjado
por los pobres y los que sufren, por los humildes, por los que tienen hambre y
sed de justicia, por los compasivos, por los de corazón limpio, por los que
trabajan por la paz, por los perseguidos a causa del nombre de Cristo, porque
de ellos es el reino de los cielos“.
"América
Latina es el continente de la esperanza, porque de ella se esperan nuevos
modelos de desarrollo que conjuguen tradición cristiana y progreso civil,
justicia y equidad con reconciliación, desarrollo científico y tecnológico con
sabiduría humana, sufrimiento fecundo con alegría esperanzadora".
"luchar
contra las formas modernas de esclavitud"
"Todos
estamos llamados a ser libres, todos a ser hijos y, cada uno de acuerdo con su
responsabilidad, a luchar contra las formas modernas de esclavitud“.
Las
"escasas" oportunidades de trabajo contribuyen a la aparición de
formas de esclavitud moderna.
Las
empresas deben ofrecer a sus empleados "condiciones de trabajo dignas y
salarios adecuados“.
Bergoglio
es crítico de lo que llama: formas de opresión moderna: "la corrupción de
quienes están dispuestos a hacer cualquier cosa para enriquecerse".
En
conmemoración del Día Mundial de la Paz destacó que: "Muchos niños y
personas inocentes sufren en el mundo” y pidió la paz para "las personas
inocentes" y los "niños".
Pagar
salarios en negro es un "pecado gravísimo"
"No
haga donativos a la Iglesia para soportar las injusticias que comete con sus
empleados. Este es un pecado gravísimo: Es utilizar a Dios para encubrir la
injusticia".
Llamó
a los patrones a preguntarse cómo es su relación con los trabajadores a su
cargo y criticó a aquellos que les pagan sin satisfacer los impuestos
correspondientes.
Pidió
a reflexionar sobre si en la nómina de sus trabajadores incluyen
"contribuciones para su pensión" y "para asegurar su
salud", y en definitiva si son generosos y justos con aquellos que tienen
a su cargo. Pues, a su juicio: "No es un buen cristiano aquel que no hace
justicia con las personas que dependen de él"; así como: tampoco es buen
cristiano "aquel que no se desprende de las cosas que necesita para dar a
otro que tenga necesidad".
No
se trata de “no comer carne los viernes, hacer cualquier cosita, y después
fomentar el egoísmo, la explotación del próximo, la ignorancia de los pobres”.
Los cristianos deben cuestionarse si ayudan diariamente a los colectivos más
necesitados como niños o ancianos. "¿Qué cosa puedo hacer por los niños,
por los ancianos que no tienen la posibilidad de ser visitados por un médico?
¿o que esperan ocho horas y más (a ser atendidos) para que les cambien el turno
a una semana después?”.
Importancia
de las cooperativas
En
un encuentro con varias empresas cooperativas de Italia, Bergoglio habló
en contra de los abusos laborales, los salarios bajos y los salarios en negro.
Lamentó que muchos empresarios "ofrezcan 600 euros por 11 horas de
trabajo" y si a alguien no le gustan las condiciones, le indican la
puerta. "La necesidad –dijo-- obliga al ser humano a estar conforme
con los abusos laborales, el trabajo en negro y a aceptar lo que hay, porque
habrá otro quien lo acepte".
En
su discurso valoró el trabajo de las cooperativas, de las que espera puedan
encontrar "formas, modos e instrumentos para combatir la cultura de
descarte, cultivada por los poderes que manejan las políticas económicas
y financieras del mundo globalizado".
Trabajo
y dignidad
La
ausencia de empleo “implica la pérdida de la dignidad humana. El problema de no
trabajar no es el de no ganar dinero para comer, porque podemos acercarnos a
organizaciones como Cáritas y nos dan alimentos. El problema es no poder llevar
el pan a casa, es perder la dignidad”. Por eso instó a los gobiernos a
desarrollar un pacto que fomente el trabajo en tiempo de crisis.
“Tantos
puestos de trabajo podrían ser recuperados a través de una estrategia
concordada con las autoridades nacionales, un ‘pacto para el trabajo’ que sepa
aprovechar las oportunidades ofrecidas por las normativas nacionales y
europeas”.
"Una
sociedad que no da trabajo a los jóvenes y que margina a los ancianos, no tiene
futuro. Si queremos que tenga futuro, habrá que ayudar a buscar para ellos un
trabajo, a darles una salida de esta crisis, y también habrá que dar afecto a
los ancianos", aseveró, en un acto posterior, en la ciudad de Nápoles, el
21 de marzo de 2015.
La
formación universitaria
Expresó
la importancia que la formación universitaria tiene para los jóvenes, ya que
les ayuda a prepararse para responder, dijo, a las exigencias del mercado
laboral en la actual situación de crisis económica.
“Una
buena formación no ofrece fáciles soluciones, pero ayuda a disponer de una
búsqueda más abierta y creativa para explotar mejor los recursos del
territorio”, señaló.
La
familia y el trabajo
La
familia es importante: “Cuando madres y padres jóvenes vienen a confesarse yo
les pregunto, ¿juegas con tus hijos? Esto es algo que se está perdiendo, jugad
con vuestros hijos, perded el tiempo con ellos”, todos los días.
Llamó
a compaginar el tiempo dedicado al trabajo con el que deben compartir las
familias y aseguró que: “Los domingos deben estar libres de trabajo -exceptuando
los servicios necesarios- porque la prioridad no está en lo económico, sino en
lo humano, en lo gratuito, en las relaciones no comerciales con la familia”.
La
Biblia, los beneficios económicos y la pobreza
Bergoglio
hizo un llamado a "la redistribución legítima de los beneficios
económicos" argumentando que la Biblia exige un sistema económico que se
ocupe de "los más pobres y los más excluidos".
En
una reunión de los líderes de los organismos de la ONU, encabezada por su
secretario general Ban Ki-Moon, nuestro personaje los llamó a reflexionar sobre
los futuros objetivos de la ONU para el desarrollo sostenible, pidió
a los presentes que se resistan a participar en "una economía de
exclusión" y que se esfuercen por tener "un impacto real en las causas
estructurales de la pobreza y el hambre".
"En
el caso de la organización política y económica global, aún queda mucho por
lograr, ya que una parte importante de la humanidad continúa excluida de los
beneficios del progreso y, de hecho, es relegada a la condición de ciudadanos
de segunda clase".
Argumentó
la historia bíblica de Zaqueo, un rico y probablemente corrupto publicano (un
recaudador de impuestos en Roma) que cambió drásticamente su actitud económica
tras encontrarse con Jesucristo. Según el Evangelio de Lucas, Zaqueo, vencido
por la bondad de Cristo, prometió dar la mitad de sus bienes a los pobres y
devolver a todos los que había defraudado una cantidad de dinero cuatro veces
mayor.
"Zaqueo
tomó una decisión radical de partición y justicia, porque su conciencia se
había despertado por la mirada de Jesús. Este mismo espíritu debería estar al
principio y final de toda actividad política y económica”.
"No
podemos tolerar que las finanzas decidan la suerte de los pueblos"
El papa considera intolerable que "los mercados financieros decidan la suerte de los pueblos en lugar de servir a los necesitados" o que algunos prosperen "con la especulación financiera", mientras que otros "sufren las consecuencias".
En
una conferencia organizada por el Pontificio Consejo de la Justicia y la Paz
sobre inversión para combatir la pobreza y las desigualdades sociales, el líder
de la iglesia Católica recalcó la importancia de que "la ética encuentre
su lugar en las finanzas" y que "los mercados se pongan al servicio
de los pueblos y al bien común de la humanidad".
El
papa criticó el "escándalo" vinculado a la "especulación de los
precios de los alimentos“, lo que acarrea "graves consecuencias" para
el acceso de los más pobres a su propio sustento.
Llamó
a los gobiernos de todo el mundo a comprometerse para "desarrollar un
marco internacional capaz de promover un mercado de inversión con alto impacto
social" a fin de "contrastar la economía de la exclusión y del
desperdicio".
En
la conferencia, que cuenta con la participación de representantes de la Curia
Romana, instó a buscar vías y prácticas "para una mayor equidad
social".
"La
desigualdad es la raíz del mal social"
Una
economía basada en la adoración por el dinero y la guerra, marcada por la
desigualdad y el desempleo juvenil no puede sobrevivir, afirmó el papa
Francisco en una entrevista reciente.
"Nuestro
sistema económico mundial ya no se aguanta“.
"Descartamos
toda una generación por mantener un sistema que no es bueno", refiriéndose
a los jóvenes desempleados, pues el desempleo juvenil alcanzó el 13,1% en 2013,
según un informe de la Organización Internacional del Trabajo.
"A
mí me preocupa mucho el índice de paro de los jóvenes, que en algunos países
supera el 50%. Es una barbaridad", aseveró el papa.
Según
Francisco, el paro juvenil está causado por un sistema económico que para
sobrevivir debe desencadenar guerras regionales, cuyo objetivo es fabricar y
vender armas, y con esto "los balances de las economías idolátricas, las
grandes economías mundiales que sacrifican al hombre a los pies del ídolo del
dinero, obviamente se sanean".
En
su cuenta de Twitter, Francisco dijo que: "La desigualdad es la raíz del
mal social", pues cada vez es mayor la brecha entre ricos y pobres.