Ahuisculco, cuyo nombre hace alusión al agua
que corre entre piedras, se encuentra en pie de lucha para defender el
manantial que surte de agua a la población, contra una empresa transnacional
de esas a las que los gobiernos priistas y panistas les han abierto las
puertas para que penetren al último rincón del país a contaminar los ríos,
manantiales, marismas, y bosques, alcanzando pueblos y ciudades.
Ahuisculco es un antiguo pueblo ubicado a
unos 24 kilómetros, en línea recta, al oeste de la ciudad de Guadalajara,
capital del Estado de Jalisco; entre Ahuisculco y la metrópoli se interpone el
cascado pulmón del bosque de La Primavera. Una página en internet le da 2338
habitantes, pero sus pobladores afirman que fácilmente se duplica o triplica
esa cantidad.
La empresa de marras al parecer es la
transnacional PISA, la cual pretende construir cinco albercas cubiertas con
hule para depositar 10 mil toneladas de melaza en cada una, a no más de 500
metros del poblado, con lo cual contaminaría el manto acuífero y el manantial
del pueblo. La melaza procede de los ingenios cercanos. Los habitantes de
Ahuisculco no ignoran que no muy lejos de ellos, la presa de Valencia fue
contaminada con descargas de melaza, matando miles de peces y acabando con la
economía de los pescadores y los restaurantes.
Agregado al previsible daño contra la
población de Ahuisculco, la empresa no cuenta con el consentimiento de sus
habitantes, no posee permiso del municipio de Tala para el uso del suelo, y
además carece de estudios de impacto ambiental. A pesar de todas esas pifias,
inició los trabajos, como se puede ver en las fotos, mismos que por el momento
están detenidos ante la resistencia y movilización de los pobladores quienes tienen
un plantón permanente a la orilla de la carretera, aledaña al pueblo. Entre los
habitantes han surgido lazos más firmes de solidaridad, esos que aparecen
cuando la gente se siente agredida en sus derechos ancestrales, potenciando la
organización y aprendiendo en la lucha que el que resiste vence.
La autoridad municipal de Tala, de extracción
priista, acusa con el trillado calificativo de agitadores a los defensores del
pueblo; en tanto éstos lo acusan de estar confabulado con la empresa por
razones monetarias fáciles de entender, Sin ninguna vacilación le creo al
pueblo de Ahuisculco, no sólo porque la extracción política del presidente
municipal no es ninguna garantía de honestidad, sino porque en las pasadas
elecciones municipales se impuso recurriendo a los tradicionales recursos
políticos porfirianos de su partido.
El pueblo de Ahuisculco no sólo resiste, sino
que también plantea alternativas: ofrece permutar un terreno del ejido, en
donde la empresa pueda construir su tiradero, a cambio del que la empresa
pretende utilizar.
La prepotencia con la que la empresa actúa se
manifiesta también en sus vigilantes, pues cuando tomé la foto de las
instalaciones, ubicadas muy cerca de Ahuisculco, salieron precipitadamente de
su guarida, como chuchos caseros, gritando y pretendiendo impedir que tomara la
foto que aparece arriba. El resto de las fotos expresan muy bien la posición de
los luchadores de Ahuisculco, a quienes agradezco su camaradería, hospitalidad
y don de gentes; solidaridad de la que también son objeto de parte de aquellos
que entienden los motivos de su lucha y comparten la felonía de los mismos
gobiernos mediocres y corruptos que padecemos, para quienes primero están los
empresarios y el pueblo va mucho después.