Miguel Castellanos Moreno*
Cuando la salud
y los negocios se juntan surgen los problemas, suelen derivar en conflictos de
los negocios con los usuarios de los servicios de la salud y entre los mismos
negociantes. Un asesor del presidente Johnson, de los Estados unidos, decía:
nosotros tratamos de separar salud y educación del mercado, por dignidad de las
personas.
La aseguradora
AXXA y el Hospital San José son dos empresas relacionadas con la salud que se
desconfían mutuamente y en ese diferendo violan los derechos humanos e,
incluso, la ley. La aseguradora verifica que el hospital no incluya en las
facturas: medicamentos, uso de equipos y procedimientos que no incluye en sus
autorizaciones, y el hospital hace firmar pagarés a los usuarios de sus
servicios por si la aseguradora no le paga. Además retiene a los “pacientes”
mientras la aseguradora no verifica la cuenta y acepta el cobro, porque
aseguran los empleados: los clientes se van sin pagar; pero, el pagaré sigue
abierto por espacio de un mes a mes y medio.
Mal asunto para
el “paciente” dado de alta en un sábado, porque se puede quedar retenido todo
el fin de semana y debe esperar que el lunes “México”, es decir, la
administración de la aseguradora en la capital del país, conteste
favorablemente; de todos modos, el acompañante del enfermo requiere ir
respaldado con alguna cantidad no despreciable de dinero, dependiendo del monto
de la deuda, para pagar medicamentos o renta de equipos que fueron necesarios
en el tratamiento, pero no autorizados por la aseguradora, y que después tendrá
que reclamar “por rembolso”.
A favor del
hospital hay que decir que me he encontrado con médicos que saben su oficio, personal
de enfermería que hacen bien su trabajo, y “habitaciones” y espacios de muy
buena calidad; el problema son los protocolos instaurados por la
administración. Por lo que respecta a la aseguradora sus empleados, con que
tratamos los usuarios de la Universidad de Sonora, suelen atender de manera
aceptable; el problema son los “procedimientos” de la empresa, el centralismo
con que se maneja y el regateo en los pagos y rembolsos.
Los conflictos
generados por los empresarios de la salud son resultado de las políticas privatizadoras,
mal conocidas como Neoliberales, instauradas por los gobiernos priistas y
panistas de Miguel de la Madrid a la fecha. La salud pública no puede ser
manejada como si fuera cualquier negocio privado. Los empresarios han entendido
mal el asunto de la salud. Los usuarios de sus servicios no somos “pacientes”
ni “siniestros”, tampoco nos deben tratar como “clientes”, tenemos nombres y
apellidos, somos seres humanos.
No tengo
nostalgia por el manejo de la salud pública en la época “del nacionalismo revolucionario”,
anterior a Miguel de la Madrid; entonces también se violaban los derechos
humanos: el Hospital Valentín Gómez Farías del ISSSTE, de Guadalajara –situado
en realidad en el Municipio de Zapopan--, manejaba el criterio de no gastar en
derechohabientes “no productivos” y entendían por no productivos personas que
rebasaran el medio siglo de vida.
Los miembros del
Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora (STAUS)
pagamos un servicio de salud etiquetado como Gastos Médicos Mayores, que
requiere varias intervenciones quirúrgicas; mencionaré las inmediatas:
Con el Hospital
San José hay dos cuestiones principales: 1. Eliminar la firma de pagarés y, 2.
Exigir por el medio que haga falta que deje de retener a las personas en calidad
de prendas o garantías, porque viola la ley.
Con AXXA hay
varias cuestiones, mencionaré dos: 1. Que descentralice las decisiones para
eliminar el tortuguismo, utilizado por el hospital como pretexto para retener a
los “pacientes” dados de alta; aquí se incluye la valoración y aprobación en el
sitio de los extras demandados por el hospital; 2. Que quienes toman dichas
decisiones se turnen sábados y domingos para atender esos y otros problemas.
Los
universitarios necesitamos valorar si continuamos comprando en esos dos mercados.
*Miguel Castellanos Moreno es Delegado del
STAUS en el Departamento de Sociología y Administración Pública.