En una Ocasión, Fidel Castro mencionó la confusión del
imperialismo estadounidense, como uno de los factores que contribuyeron al
triunfo de la Revolución Cubana, encabezada por él.
Una situación parecida, con características distintas,
podría haberse presentado en las recientes elecciones en la República Mexicana.
Primera premisa: el actual Presidente de los Estados
Unidos señaló hace unas horas que él siempre supo que Andrés Manuel López
Obrador iba ganar.
Segunda premisa: El triunfador de la elección
presidencial en México ha reconocido que el Presidente Enrique Peña Nieto no
intervino en el proceso electoral, por lo menos de manera evidente, habría que
agregar.
Conclusión-conjetura: esta vez el prianismo no
contó con la complacencia alcahueta del gobierno de Estados Unidos, por lo
menos al nivel presidencial, que al parecer fue suficiente.
De ser así, ¿López Obrador tendría que extender sus
bendiciones o reconocimientos al Presidente angloamericano, tan denostado en
nuestro país? Aunque para ser sincero: que mal se escucharía ¡bendito Trump!