¿Quién es Raúl Padilla López?
Raúl Padilla López, el Zar de la Universidad de
Guadalajara, dice en su discurso de la FIL que el nuevo régimen, el de AMLO,
debe abordar los problemas de corrupción e impunidad “sin vulnerar el régimen
de libertades y derechos que hemos construido en las últimas décadas, conservando
elementales equilibrios y contrapesos elementales en toda democracia”; que no
hay que volver a levantar la pirámide de poder de la que el mismo Padilla forma
parte, etcétera, etcétera; y se pronuncia contra las leyes recientemente
aprobadas por el Congreso de la Unión que atentan contra la autonomía y
soberanía de los Estados y Municipios. Luego respalda la posición del próximo
gobernador del Estado de Jalisco, Enrique Alfaro, relativa a las costumbres
priistas y panistas de meterle la mano a su antojo al dinero de las
Participaciones Federales a Estados y Municipios; por ende no quieren control
sobre la manera en que más de 800 mil millones de pesos son gastados por estas
instancias, sin fiscalización alguna; al respecto, la Auditoría Superior de la
Federación, de tiempo atrás ha evaluado el ejercicio de esos recursos como un
área de opacidad.
¿Quién es Raúl Padilla López? Álvaro Ramírez Ladewig, su
mentor y hacedor político lo define como un traidor en su libro Historia de una
traición; en esa obra Ramírez da cuenta de la manera en que Raúl Padilla
organizó un grupo armado para, supuestamente, darle protección después de la
muerte de su hermano Carlos Ramírez Ladewig. Luego, Padilla se alió con Carlos
Salinas de Gortari quien le dejó modificar la estructura jurídica y política de
la Universidad de Guadalajara para afianzar su control político, lo cual ya
lleva más de treinta años, coincidiendo en tiempo con el despliegue de los
gobiernos neoliberales en México, responsables del hartazgo que ahora critica Padilla.
Cabe recordar que un rector surgido del grupo de Padilla,
impuesto por éste, de nombre Carlos Briceño, fue removido de su puesto cuando
se negó a seguir formulando el presupuesto universitario en la casa de Padilla.
Posteriormente, Briceño terminó con un tiro en la cabeza en el baño de su casa,
supuestamente disparado por sí mismo. Raúl Padilla dirige alrededor
de diez empresas universitarias y es el mandamás de la U de G, en compañía de
su hermano Trino Padilla, quien también ha sido rector; suele aparecer en las
fotos atrás de personajes de la ópera, las letras, la política, el cine y otras
actividades similares, adoptando un aire de mecenas con dinero público.
Padilla critica la pirámide de poder de la que forma
parte desde su época de estudiante, pues fue presidente de la nefasta
Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), luego formó un grupo armado
para proteger al entonces poder tras el trono de la Universidad, para después
saltar a la rectoría, ser el Zar de la institución y un empresario de la
cultura con dinero público. Es ese dinero que juzga puede dejar de llegar a sus
manos para proseguir sus acciones de proyección personal, lo que le preocupa.
De nuevo está en alianza con Enrique Alfaro, alianza rota después de que éste
ganó la presidencia municipal de Tlajomulco de Zuñiga, hace unos años, y
rechazó otorgar una cierta cantidad de secretarías que le pedía Padilla en
pago. Por un tiempo el distanciamiento persistió, pero se volvieron a juntar en
el proyecto del chuchismo perredista con el PAN. Ahora ambos defienden lo
mismo: adueñarse del dinero público para sus propios fines. Enrique Alfaro
Ramírez, por su parte, es hijo de un personaje de similar trayectoria a la de
Raúl padilla López, pues es hijo de Enrique Alfaro Anguiano, un expresidente de
la FEG que luego fue director de la Escuela Preparatoria Número 4, director del
Departamento de Enseñanza Preparatoria, notario, secretario general de
la Universidad de Guadalajara y
rector de la misma.
Dicen que el buen juez por su casa empieza; Padilla debe
dejar de ser el Elbo Esther de la U de G y dejar de ejercer un poder que no le
corresponde, caciquil y espurio.
LA GENTRIFICACIÓN EN HERMOSILLO
La gentrificación es
el proceso de expulsión de la población del centro a la periferia, la reducción
de la densidad de la población en aquella área y su sustitución por empresas
industriales, negocios y ocupantes de mayores ingresos que los desplazados. El
concepto proviene del inglés gentry, que significa alta burguesía.
Quizá la primera referencia, al significado que se le atribuye, se deba a
Federico Engels hacia 1865; si bien, el fenómeno es más característico de la
segunda mitad del siglo XX. Como se sabe, el capitalismo se desarrolla
plenamente en Inglaterra, la gentrificación es uno de los resultados de la
revolución industrial.
La
gentrificación se presenta en grandes ciudades de Europa y Estados Unidos, así
como en la Ciudad de México (colonias Roma, Juárez, Cuauhtémoc y Centro Histórico), Guadalajara y también, en Hermosillo. Este proceso
tiende a ser visto como normal, pero es una manera de exclusión, desplazamiento
y aprovechamiento de los sujetos de mayores recursos sobre los de menores
ingresos, por ende, es una práctica que, entre otros efectos, propicia la
desigualdad social.
Constituye
una oportunidad para que los “desarrolladores”, a veces con la participación de
recursos provenientes del sector público, promuevan la densificación de
la población --en las áreas en donde los sectores de menores recursos
económicos fueron desplazados--, mediante la verticalización:
construcción de grandes edificios departamentales que solo pueden ser ocupados
por sujetos o familias de mayores ingresos.
La
densificación de la población en las áreas previamente despobladas, se presenta
como una estrategia para revertir el resultado de la gentrificación, pues las
áreas centrales de las ciudades se convierten en desiertos nocturnos, lugares
desolados, ya que los negocios cierran por las noches y campea la inseguridad
por la presencia de vagos, malvivientes y delincuentes. Como es lógico, también
incrementa el gasto público en vigilancia.
La
dispersión de la población hacia la periferia, ocasiona: mayor gasto en obras
de infraestructura, agua potable, drenaje y alcantarillado,
pavimentación, electrificación, gasto de los trabajadores y las familias en
transporte, construcción de escuelas, pues las existentes en las áreas
despobladas carecen también de niños y jóvenes, siendo ocupadas por oficinas
públicas.
Es
el caso de la escuela primaria Rosario P. de Carpio, la cual ofrece su frente a
la calle Reyes y el costado sur a la calle Aguascalientes, respectivamente, en
la colonia San Benito; una placa certifica su nacimiento en el año de 1954, ;
medio siglo después los niños ya no jugaban en su enorme patio, del tamaño de
una manzana, y ahora es ocupada por una oficina burocrática: la Comisión de Ecología
y Desarrollo Sustentable del Estado de Sonora (CEDES).
En
las condiciones de Hermosillo, las familias venden sus viviendas céntricas,
entre otras cosas, por la instalación de bodegas, negocios y oficinas que
propician el tráfico de numerosas personas, la concentración de
vehículos en el día, el ruido que producen y la basura que generan y abandonan
a las puertas de las casas, aunado a la inseguridad que propicia el vacío que
dejan las familias que se han marchado.
La
respuesta adecuada a la gentrificación no es la densificación, sino la protección al uso
del suelo habitacional. Si este problema se opera con los funcionarios
responsables de que los negocios particulares invadan las áreas habitacionales,
el resultado será el mismo que ha venido ocurriendo. Cabe decir que el
favoritismo, el compadrazgo y el cohecho también son corrupción.
El coup d’ état de Claudia III
En una serie de artículos, convertidos poteriormente en un libro,
Carlos Marx analiza el golpe de Estado de Napoleón III, en Francia, el mes de
diciembre de 1851. Enfrentado contra diferentes fracciones de la burguesía
francesa, representada en la Asamblea Nacional, decide ante la política
timorata de la tal burguesía, dar un golpe de Estado eliminando un poder que
limitaba su propio poder, de pretensiones omnímodas. Napoleón le petit había
llegado al poder en medio de la lucha de clases que enfrentaba a las distintas
clases y sus fracciones en Francia y, así fue que: “un personaje grotesco y
mediocre [pudo} representar el papel de héroe.”
Al inicio Marx parafrasea a otro gran filósofo, diciendo: “Hegel
dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia
universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar:
una vez como tragedia y la otra como farsa.”
La burguesía había aniquilado a la prensa revolucionaria, sometido
las asambleas populares a la vigilancia policiaca, disuelto la Guardia
Nacional, decretado el estado de sitio, suplantado los jurados populares por
comisiones militares. El golpe de Estado permitió a Napoleón III efectuar todo
eso contra la propia burguesía.
Las tragedias y las farsas parecen repetirse en la historia,
Claudia III representa la farsa para concentrar el poder en su persona y
convertirse en dictadora. Ha efectuado un golpe legislativo en momentos en que
la representación en el congreso del Estado de Sonora carece de legitimidad,
con el fin de anular la representación social legítima, ganada en las urnas el
primero de julio del año en curso. La reciente reforma a la Constitución
Política del Estado de Sonora, aprobada por la legislatura de la cual lo único
que puede decirse es “que lo bueno es que ya se va”, lleva el fin de erigir a
Claudia III en monarca local, sin dar cuentas a nadie. Esa y no otra son las
razones de las reformas constitucionales para
que los partidos o coaliciones no puedan tener más de 21 diputados; la eliminación del fuero y de los fondos
legislativos que puedan permitir a los legisladores realizar algunas de sus
funciones sociales, presentados como discrecionales; la obligación para que el
Poder Judicial esté obligado a informar anualmente sus actividades; y que ella
pueda hacer ‘‘observaciones’’ y ‘‘reconducciones’’ del presupuesto
aprobado por el Congreso del Estado y obligar a que las iniciativas deban ser
aprobada por dos tercios de la legislatura (mayoría calificada), en lugar de
mayoría simple (la mitad más uno). Y otras reformas más, pero del mismo talante.
La caricatura, que aparece arriba, fue elaborada
por Hernández, para el periódico La Jornada, del día 9 de agosto
del año en curso, se apropia del verdadero sentido de la controvertida reforma
de la Constitución Política del Estado de Sonora, en curso.
Otra caricatura, aparecida en el mismo periódico: La Jornada, del día de hoy 10 de agosto de 2018, elaborada por Helguera, recuerda el cuento de Blanca Nieves, la reina pregunta:
--Espejito, espejito ¿quién
es el Estado? y el espejo le contesta:
-- Tú en mi cristal lo eres,
pero allá en el bosque existe Olga Sanchez Cordero.
También trae a la memoria a
Varguitas, el presidente municipal de San Pedro de los Sahuaros, en la
película: La Ley de Herodes, El funcionario que lo designa de dedaso le
entrega la Constitución y le dice:
--Allí donde dice Ejecutivo, Legislativo y
Judicial, ese eres tú. Por lo que Varguitas se puso a modificar la Constitución
de la República, atribuyéndose todos los poderes.
¿Y EL EFECTO TRUMP?
En una Ocasión, Fidel Castro mencionó la confusión del
imperialismo estadounidense, como uno de los factores que contribuyeron al
triunfo de la Revolución Cubana, encabezada por él.
Una situación parecida, con características distintas,
podría haberse presentado en las recientes elecciones en la República Mexicana.
Primera premisa: el actual Presidente de los Estados
Unidos señaló hace unas horas que él siempre supo que Andrés Manuel López
Obrador iba ganar.
Segunda premisa: El triunfador de la elección
presidencial en México ha reconocido que el Presidente Enrique Peña Nieto no
intervino en el proceso electoral, por lo menos de manera evidente, habría que
agregar.
Conclusión-conjetura: esta vez el prianismo no
contó con la complacencia alcahueta del gobierno de Estados Unidos, por lo
menos al nivel presidencial, que al parecer fue suficiente.
De ser así, ¿López Obrador tendría que extender sus
bendiciones o reconocimientos al Presidente angloamericano, tan denostado en
nuestro país? Aunque para ser sincero: que mal se escucharía ¡bendito Trump!
AXXA Y EL HOSPITAL SAN JOSÉ EN EL MERCADO DE LA SALUD
Miguel Castellanos Moreno*
Cuando la salud
y los negocios se juntan surgen los problemas, suelen derivar en conflictos de
los negocios con los usuarios de los servicios de la salud y entre los mismos
negociantes. Un asesor del presidente Johnson, de los Estados unidos, decía:
nosotros tratamos de separar salud y educación del mercado, por dignidad de las
personas.
La aseguradora
AXXA y el Hospital San José son dos empresas relacionadas con la salud que se
desconfían mutuamente y en ese diferendo violan los derechos humanos e,
incluso, la ley. La aseguradora verifica que el hospital no incluya en las
facturas: medicamentos, uso de equipos y procedimientos que no incluye en sus
autorizaciones, y el hospital hace firmar pagarés a los usuarios de sus
servicios por si la aseguradora no le paga. Además retiene a los “pacientes”
mientras la aseguradora no verifica la cuenta y acepta el cobro, porque
aseguran los empleados: los clientes se van sin pagar; pero, el pagaré sigue
abierto por espacio de un mes a mes y medio.
Mal asunto para
el “paciente” dado de alta en un sábado, porque se puede quedar retenido todo
el fin de semana y debe esperar que el lunes “México”, es decir, la
administración de la aseguradora en la capital del país, conteste
favorablemente; de todos modos, el acompañante del enfermo requiere ir
respaldado con alguna cantidad no despreciable de dinero, dependiendo del monto
de la deuda, para pagar medicamentos o renta de equipos que fueron necesarios
en el tratamiento, pero no autorizados por la aseguradora, y que después tendrá
que reclamar “por rembolso”.
A favor del
hospital hay que decir que me he encontrado con médicos que saben su oficio, personal
de enfermería que hacen bien su trabajo, y “habitaciones” y espacios de muy
buena calidad; el problema son los protocolos instaurados por la
administración. Por lo que respecta a la aseguradora sus empleados, con que
tratamos los usuarios de la Universidad de Sonora, suelen atender de manera
aceptable; el problema son los “procedimientos” de la empresa, el centralismo
con que se maneja y el regateo en los pagos y rembolsos.
Los conflictos
generados por los empresarios de la salud son resultado de las políticas privatizadoras,
mal conocidas como Neoliberales, instauradas por los gobiernos priistas y
panistas de Miguel de la Madrid a la fecha. La salud pública no puede ser
manejada como si fuera cualquier negocio privado. Los empresarios han entendido
mal el asunto de la salud. Los usuarios de sus servicios no somos “pacientes”
ni “siniestros”, tampoco nos deben tratar como “clientes”, tenemos nombres y
apellidos, somos seres humanos.
No tengo
nostalgia por el manejo de la salud pública en la época “del nacionalismo revolucionario”,
anterior a Miguel de la Madrid; entonces también se violaban los derechos
humanos: el Hospital Valentín Gómez Farías del ISSSTE, de Guadalajara –situado
en realidad en el Municipio de Zapopan--, manejaba el criterio de no gastar en
derechohabientes “no productivos” y entendían por no productivos personas que
rebasaran el medio siglo de vida.
Los miembros del
Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora (STAUS)
pagamos un servicio de salud etiquetado como Gastos Médicos Mayores, que
requiere varias intervenciones quirúrgicas; mencionaré las inmediatas:
Con el Hospital
San José hay dos cuestiones principales: 1. Eliminar la firma de pagarés y, 2.
Exigir por el medio que haga falta que deje de retener a las personas en calidad
de prendas o garantías, porque viola la ley.
Con AXXA hay
varias cuestiones, mencionaré dos: 1. Que descentralice las decisiones para
eliminar el tortuguismo, utilizado por el hospital como pretexto para retener a
los “pacientes” dados de alta; aquí se incluye la valoración y aprobación en el
sitio de los extras demandados por el hospital; 2. Que quienes toman dichas
decisiones se turnen sábados y domingos para atender esos y otros problemas.
Los
universitarios necesitamos valorar si continuamos comprando en esos dos mercados.
*Miguel Castellanos Moreno es Delegado del
STAUS en el Departamento de Sociología y Administración Pública.
Sergio Sarmiento en la campaña del miedo
En
un artículo maliciosamente titulado: “Legislar la moral” del periodista Sergio
Sarmiento, aparecido en El Imparcial de hoy –22 de febrero de 2018--, y supongo
que en oros diarios también, este señor se lanza contra la propuesta de Andrés
Manuel López Obrador de elaborar una constitución basada en la moral, no
legislar sobre la moral como el periodista afirma, lo cual es absurdo.
Sarmiento
cita al conservador filósofo español Fernando Savater, para restringir la moral
al ámbito del individuo. Adolfo Sánchez Vázquez, en cambio, sin dejar de lado
que la moral es interiorizada por individuos concretos, nos dice que la moral
tiene un carácter social, pues regula relaciones entre seres humanos que viven
en sociedad, por lo cual la moral también es pública.
Luego
de meterse con las creencias cristianas que asegura tiene López Obrador, las
cuales dice respetar, lo vincula, como otros opinadores de derecha, con los
revolucionarios cubanos y con Nicolás Maduro. La finalidad es infundir miedo
con recursos retóricos desgastados por el uso inmoderado que se ha hecho de
ellos.
Enseguida
compara sus propios dichos con las restricciones morales aplicadas a la
sociedad en el mundo islámico, y deja abierto el camino para que sus lectores
le den vuelo a la imaginación que aterrice en el fundamentalismo islámico,
estratagema que es una inmoralidad del señor Sarmiento. ¡Yo no lo dije, ellos
lo pensaron! Se defendería el escritor en cuestión.
Este
señor parte del argumento pueril, atribuido al candidato, de que moral y
creencias religiosas son la misma cosa, para apoyar la supuesta intención de
AMLO de introducir sus creencias religiosas en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. Utiliza esta falacia para contraponerlo con el
laicismo de Benito Juárez, presentándonos un AMLO antijuarista.
Casi
al final supone que para que el candidato no sea acusado de conservador debe
manifestarse a favor del “matrimonio entre homosexuales”. Como bien sabemos se
trata de un asunto capaz de dividir a la sociedad mexicana y AMLO lo ha tratado
con el cuidado que el asunto merece, lo cual no excluye el absoluto respeto a
las preferencias sexuales consignado en el artículo primero de la Constitución.
Al
final, Sarmiento vuelve a la idea absurda de que AMLO pretende legislar sobre
la moral de las personas y lanza su llamado al combate: “no permitamos a ningún
político establecer un monopolio ético.”
Juan
Jacobo Rousseau advertía, en el siglo XVIII, que los poderosos habían
convertido sus privilegios en derecho. De lo que se trata hoy es de legislar
tomando como orientación a la moral, a lo que es bueno para los mexicanos en
general, no para unos pocos privilegiados. La prohibición de la esclavitud por
el papa en el siglo XVI fue un imperativo ético que ahora es un mandato de
nuestra Constitución. Hay un conjunto de cuestiones relativas a resolver los
problemas de la pobreza, la seguridad social, el derecho al trabajo, el asunto
de las pensiones y otras demandas sociales, que se encuentran en diferentes
escalones de la escalera de los derechos humanos, que se ubican en el plano de
lo que debe ser y aún no es; de lo que se trata es de que sea, de que se plasme
en derechos ineludibles, realizables en un tiempo que no puede quedar
indefinido. La tarea es legislar donde haga falta y cumplir los ordenamientos
legales cuando ya están escritos. La Constitución de los Estados Unidos
Mexicanos lo expresa de mejor manera: debemos considerar “a la democracia
no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un
sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y
cultural del pueblo”. Conviene repetirlo: del pueblo, no de los inversionistas.
El pueblo es el sujeto de la democracia en nuestra Constitución, legislar en su
favor es un imperativo moral que debe convertirse en un imperativo jurídico.
Pero las cosas no pueden quedar en leyes, éstas deben volverse reales, deben cumplirse.
¿Tiene Sarmiento algún problema con eso?